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Este tipo de mecánica es precisamente la que da lugar a tres factores principales que hacen que cada experiencia en un Escape Room resulte única:
- La historia: Crimen, misterio, aventuras, ciencia ficción, fantasía, historia, terror… La temática del Escape Room a superar puede ser muy variada y está estrechamente relacionada con la historia del mismo, historia que además siempre es exclusiva. Por esta razón, aunque el objetivo final de la actividad sea conseguir salir de la sala a tiempo, el desarrollo siempre varía considerablemente y el factor sorpresa juega un papel importante. Cabe mencionar que la temática de un juego de escape así como un pequeño adelanto de su historia siempre se conocen antes de su reserva, ya que suelen ser factores decisivos a la hora de decantarse por un juego u otro.
- La decoración y ambientación de la sala: Este aspecto es, probablemente, el que más impresiona a los participantes.Por eso, los Escape Rooms tratan de cuidar y trabajar lo mejor posible hasta el más mínimo detalle, para que la experiencia de los jugadores sea increíble.La decoración y la ambientación será acorde a la temática y a la historia en cuestión, y podemos encontrar desde casas encantadas o mazmorras de castillos hasta tierras mágicas o naves espaciales. En la creación de salas, la imaginación no tiene límites.
- La diversidad y dificultad de las pruebas: Al igual que la historia y la decoración de la sala, la diversidad y dificultad de sus pruebas lo convierten en una experiencia única e inolvidable. Resolución de problemas numéricos o visuales, búsqueda de todo tipo de objetos y pistas, apertura de candados, salas ocultas… Los límites solo están marcados por la complejidad que se le quiera dar al Escape Room, siempre teniendo en cuenta que el objetivo de superar la sala sea un hecho alcanzable en el tiempo otorgado para ello.